A sus 22 años, y tras solo media temporada como mediofondista, la alcalaína Rocío Arroyo ya se ha convertido en una de las mejores ochocentistas españolas de la historia.

Velocista de formación (fue bronce europeo sub-23 con el relevo 4×400 en Espoo 2023), Arroyo decidió subir de los 400 a los 800 metros en 2025 y el éxito ha sido rotundo.

En apenas unos meses desde su estreno en su nueva distancia, la alcalaína batió el récord de España sub-23 en dos ocasiones y se colocó, con 1:59.17, como tercera española absoluta de la historia.

Además, la pupila de Antonio Fernández coronó el año de su irrupción en la élite internacional proclamándose subcampeona de Europa sub-23 de 800 y de 4×400 metros, batiendo también el récord nacional de la categoría con el relevo, campeona de España absoluta de 800 metros y estrenándose con el equipo nacional absoluto en el Mundial de Tokio.