El madrileño Jaime Sancho es uno de los velocistas españoles con mayor proyección de la historia.

En 2020 subió por primera vez al podium en un campeonato de España, en categoría sub-18, y al año siguiente arrasó en su primera temporada como sub-20, haciéndose con los títulos nacionales en 200 metros tanto en pista cubierta como al aire libre, y alcanzando la final del Campeonato de Europa Sub-20 de Tallinn, que finalmente no pudo disputar por lesión. Al año siguiente se convirtió en el segundo mejor español sub-20 de la historia en los 200 al correr en 20.83 aunque no pudo hacerlo valer en los grandes campeonatos al verse mermado por continuas lesiones musculares.

Tras un periplo de dos años en Estados Unidos, marcado por los mismos recurrentes problemas físicos, volvió a España en 2025 protagonizando una asombrosa vuelta a la competición, al alcanzar tras apenas unos meses de entrenamiento continuado una versión superlativa que le permitió colgarse la medalla de bronce en el Europeo Sub-23 y la de plata en el Nacional absoluto, demostrando que el futuro de los 200 metros le pertenece.