La mediofondista portuguesa Patrícia Silva proviene de una saga de atletas ilustres. Su padre, Rui Silva, fue bronce olímpico en Atenas 2004, y su madre Susana Cabral, fue una destacada mediofondista y es su actual entrenadora.

Comenzó a practicar atletismo con 12 años, de la mano del primer entrenador de su padre, Pedro Barbosa, para dos años más tarde empezar a entrenar con su madre. En 2016 se trasladó del municipio de Cartaxo a Lisboa, y se enroló en las filas del Benfica durante cuatro años. Estuvo dos años lesionada entre 2020 y 2021, momento en el cual comenzó a entrenar con el británico Vicente Modahl, pero en 2022 retomó los entrenamientos con Susana y fichó por el Sporting de Lisboa.

Ostenta varios títulos de campeona de Portugal de 800 metros, el primero logrado antes de cumplir los 20 años, y en 2022 consiguió su primera medalla internacional, con el bronce en el Campeonato Iberoamericano de Alicante.

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